Muere el último rinoceronte de Java a manos de cazadores furtivos
Muestras genéticas recogidas en el Parque Nacional de Cat Tien, en Vietnam, confirman que el rinoceronte de Java fallecido en 2010 era «efectivamente, el último de su especie en el país asiático». El ejemplar murió a manos de los cazadores furtivos que le arrancaron el cuerno para venderlo en el mercado ilegal, según informa WWF.
Así, el cuerno de rinoceronte es uno de los productos estrella de la medicina tradicional china, por lo que este objeto está detrás de la matanza de cientos de ejemplares en los últimos años, en lo que ya se conoce entre el sector ‘la crisis del furtivismo’.
Este «trágico» descubrimiento ha sido publicado este martes en el informe ‘La extinción del rinoceronte de Java (Rhinoceros sondaicus annamiticus) en Vietnam’. Se trata, según WWF, de un hecho que marca el penúltimo capítulo de la especie.
Hasta 1988 se pensaba que este rinoceronte estaba extinto en Vietnam, sin embargo, apareció una pequeña población en las selvas de Cat Tien.
Desde entonces, los enormes esfuerzos de conservación llevados a cabo para conseguir salvar a la especie se vieron obstaculizados por una protección ineficiente en el área que llevó a la caza indiscriminada y finalmente, a su completa desaparición.
Además, WWF destaca que originalmente existían 3 subespecies de rinoceronte de Java. La más abundante (R.sondaicus sondaicus) sólo vive en el Parque Nacional de Ujung Kulon (Indonesia) donde habitan unos 50 individuos. La subespecie de Bengala, Assam y Myanmar
(R. sondicus inermis) se encuentra ya extinta.
Mientras, de esta tercera subespecie, que originalmente habitaba en Laos, Camboya, Tailandia y Vietnam (R. sondaicus annamiticus) se redescubría una última población, cuya desaparición se confirma hoy.
Sin embargo, la organización denuncia que esta «tragedia no es exclusiva del rinoceronte», sino que muchas otras especies que habitan en zonas protegidas en Vietnam se ven «gravemente» amenazadas por el tráfico ilegal. Como el elefante asiático, el tigre, el cocodrilo siamés o el langur de nariz chata de Tonkin (o mono de Dollman) son especies que se encuentran al borde de la extinción en la zona.
Para el responsable del programa de especies del Gran Mekong, Nick Cox, el «único» modo de conservar las especies amenazadas de Vietnam es proteger sus hábitats y «terminar de una vez por todas» con la caza furtiva y el comercio ilegal. «En caso contrario, seremos testigos de la desaparición de numerosas otras especies. Necesitamos más vigilantes, más formación, más supervisión y más estudios cuantitativos», ha reclamado.
La ONG subraya que la pérdida de hábitat ha jugado un «papel clave» para condenar al rinoceronte a su extinción, al tiempo que advierte de que una aplicación inadecuada de la ley, unida a la proliferación de infraestructuras y urbanismo descontrolado a las puertas de sus territorios protegidos, tan sólo conseguirá añadir presiones adicionales a unas poblaciones «ya de por sí extremadamente frágiles».
Finalmente, la representante de la Fundación Internacional del Rinoceronte, Susie Ellis, denuncia que el trabajo de la organización en Indonesia es «cada vez más complicado», por lo que debe asegurarse que lo ocurrido con el rinoceronte en Vietnam «no se repita en Indonesia».
ECOticias.com
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