Londres: Buscan a bromista que tiñe gatos de rosado
LONDRES.- Las autoridades de rescate animal británicas están tras la pista del bromista que abandonó, en el jardín de una casa, a una gata de inmaculado pelaje blanco a la que antes tiñó de rosado “Barbie”.
La minina fue encontrada por el propietario de la vivienda cuando regresaba después de una noche de copas. Asombrado por lo que veía en su jardín, entró y se lo contó a su esposa. Ella, creyéndolo borracho, lo mandó a dormir.
Pero el hombre, muy seguro de lo que había visto, llamó a la RSPCA (la Real Sociedad de Prevención del Maltrato Animal), donde la telefonista sí le creyó y envió una unidad al lugar.
El animal, de uno o dos años de edad, fue llevado a una veterinaria donde le aplicaron un lavado, pero el tinte no salió y la única esperanza que queda es que desaparezca dentro de un año y medio aproximadamente.
El caso ahora -que podría dar para guión cómico de la Pantera Rosa, con el inspector Clouseau incluido- tiene a oficiales a la caza del autor de la broma.
Según el personal de RSPCA, el gato está saludable y el trabajo del tinte parece ser profesional.
El pelaje alrededor del cuello de la gata tiene un patrón que sugiere que usaba un collar hasta hace poco. «A la pobre la tiñeron de rosa por completo, excepto alrededor de los ojos y la nariz, por lo que (al verla) parece que tiene una máscara blanca».
La gata, a la que obviamente bautizaron “Pink”, está siendo atendida en el Centro Veterinaria y Criadero Cheldene, en Marlborough. La veterinaria Penny Gillespie, que se encarga de su cuidado, dijo que tiene cerca de 600 gatos en su criadero y que nunca había visto un pelaje tan chillón en sus nueve años de experiencia.
«Pink casi brilla en la oscuridad (…) El hombre que la encontró acababa de volver de una taberna y cuando le contó a su esposa ella le dijo: “No seas tonto, querido. Vete a la cama a dormir la mona».
«Pink está sana y ronronea fuerte cuando la acaricio. No entiendo cómo alguien pudo ser tan cruel para hacer algo así”.
Afortunadamente quien la tiñó no usó un producto tóxico, “porque lo gatos se lamen. De no haber sido así, esto pudo ser fatal», dijo la veterinaria al diario The Sun.
pobre gato