Rescatan caballo que estuvo 16 días atrapado en una mina
Payasito ahora es conocido como «El minero 34»
Payasito se extravió el mismo día en que al Campamento Esperanza llegaba la primera partida de camiones del colosal Plan C. Jeis Alvarado, su dueño, lo tiene más que claro porque fue minero toda la vida y no se pierde detalle de lo que ocurre con los 33. Recuerda a los camiones tocando sus bocinas, a los familiares aplaudiendo y Payasito que no aparecía por ninguna parte.
Después de tres días de búsqueda, a Jeis se le ocurrió ir a la mina El Rosario, que queda a unos tres kilómetros de Tambillos, un apartado caserío de la comuna de Coquimbo del que él no se ha despegado jamás.
Es bien sabido que a veces los caballos perdidos terminan sus días atrapados en alguna grieta de la mina, de lo cual sus propietarios se enteran mucho tiempo después y de manera trágica: cuando encuentran sus huesos. Y Jeis no quería ese destino para Payasito.
Alguien se había robado un par de taladros de la mina San José cuando Jeis Alvarado encontró a su preciado cuadrúpedo. Estaba, como presumía, atrapado en una grieta a 25 metros de profundidad, todo magullado y asustado. Jeis por sí solo nada podía hacer, así es que llamó a sus vecinos. Rápidamente Payasito fue rebautizado. Le pusieron “El minero 34”.
Pero pasaron 16 largos días y Payasito seguía atrapado. A la mina El Rosario no llegó ningún camión tocando sus bocinas, ni periodistas extranjeros, ni personeros con chaquetas rojas. Jeis intentó sacar al animal a puro ñeque, fabricando arneses artesanales y empujando con tracción humana. “Una vez vino Bomberos, pero me dijeron que no tenían recursos”, asegura. “Yo no tenía ni plan A, ni B, ni C, nada de eso. Y en una estuvimos a punto de sacarlo, pero el arnés quedó medio malo y Payasito casi se nos cae”.
Ayer la historia fue completamente distinta.
Jeis dice que en la mañana eran como diez vecinos, pero que a eso de las cinco de la tarde, eran cientos. “Hasta los niños ayudaron a tirar de la cuerda”, cuenta. Y esta vez el arnés funcionó. “El caballo ahora está en mi casa. Llegó caminando sin ningún problema. Quedó con algunas lesiones, pero bien menores. Creo que va a quedar como El minero 34 ”.
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