Perro Lucky salva a muchacho de morir en incendio

Lucky hasta hace pocos días era un perro como cualquier otro: lomo negro, patas café y una mirada alegre que,  la verdad sea dicha,  no espantaba prácticamente a nadie.  Esto hasta que la madrugada del 18 de septiembre pasó a ocupar para su familia la categoría de héroe poco menos que patrio, cuando salvó a uno de sus amos de las llamas de un incendio.

Todo partió el 17 en la noche, cuando en casa de la familia Camposano Cuevas, ubicada en la segunda etapa de la Población San Pedro de la Costa, en Concepción, Chile, se iniciaban las fiestas para celebrar el nacimiento de la patria.

Mientras en el primer piso celebraban, en el segundo, Cristián, el hijo de 15 años, jugaba Play Station. Hasta ahí todo iba bien, cuando una chispa del sistema eléctrico armó en un dos por tres un incendio que comenzó a deborar rápidamente el segundo piso.

«Había ido a buscar a mi viejo, porque antes estábamos compartiendo, y de repente escucho ¡incendio! Y fue todo en un abrir y cerrar de ojos. Fue una falla eléctrica… Nos vinimos corriendo a ver, porque nuestro hijo estaba en el segundo piso con su Play Station», explico al diario «Crónica» de Concepción María Cuevas,  la dueña de casa.

El pánico y los gritos dominaron la situación. Nadie reaccionaba. Salvo Lucky, el inofensivo quiltro (perro sin raza definida en Chile).

Sin que nadie le ordenara nada, subió al segundo piso para ver qué pasaba con Cristián, su amo. El muchacho, rodeado por el fuego, casi no se movía y Lucky, con el arrojo y prestancia de un bombero, dominó la acción para indicarle la forma de escapar de las llamas.

«Mi perro subió al segundo piso. y como mi hijo estaba desesperado y no atinaba siquiera a moverse, el perro le mordió el brazo y lo despaviló para que bajara», explica María Cuevas, la madre.

El quiltro desde entonces goza de otra condición entre su familia.

«Aunque el lugar estaba todo envuelto en llamas, fue mi perro Lucky, el que lo salvó. Ahora es mi héroe», agregó la mujer.

Lucky, que hizo honor a su afortunado nombre, pese a estar en medio del fuego, quedo con unos escasos pelos chamuscados.

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